Los poemas de Evaristo

Y para empezar nada mejor que una muestra de lo que gente que trabaja con nosotros, con la que nos cruzamos cada día en los ascensores, con la que hablamos por los corporativos, con la que a veces tomamos café, guardan en su intimidad y se ofrecen a ofrecernos. Casi todos conocemos a Evaristo, así que no necesita presentación. Nos envía versos tan hermosos como estos:

I

Poco talante tenemos
cuando nos precipitamos,
creyéndonos que no es bueno
lo único que tenemos
y lo arrojamos por malo.
Qué injusta la vida es
en todos sus pareceres,
estudiamos por saber
y vivimos para ver
que no sabes ni quién eres.


II

La hoja de papel que a mi se dobla
con la mirada incierta de la vida,
sabe cuánto has sufrido y cuántas horas
has mirado su piel y has arañado
su rostro para darle lo que es tuyo,
todos tus pensamientos, tus ideas
han adornado siempre su blancura.
Le has contado tu vida paso a paso,
ha sabido ella sola por quién sufres,
a quién amaste siempre y amas ahora.
Sin encontrar respuestas a su sombra
quieta se encuentra siempre, nunca sola.


III

Las palabras son sólo eso, palabras.
Nadan en nuestros oídos
enseñándonos lo bello,
naufragan entre nosotros
excitándonos los nervios,
corretean en nuestros ojos.
Sin verlas las escogemos.
Porque las palabras son
los sonidos mas perfectos,
el descanso en el desvelo,
porque las oimos siempre
hasta en los intimos sueños.
Palabras. Sólo palabras y sonidos
de vocabularios sueltos.


IV

El infierno en la tierra mientras vives
puede hallarte, poseerte tiempo o tiempos,
solo aquí existe el mal porque lo hacemos,
es la angustia, la ira, el desconcierto,
es el trato que damos al hermano
el infierno que creamos y tenemos.


V

ANDALUCÍA

Barrio salado,
pompa de vino,
largo camino,
tronco quemado,
fruto de olivo
te han entregado.
tierra de espino,
de sol atado.

.........................................Evaristo José Pilar